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Entrevista a Manuel Martínez, secretario general de ASINEM (Asociación de Instaladores Empresarios de Baleares)

1) Fecha de inicio en el cargo:

Septiembre de 1986.

2) ¿Desde cuándo forma parte de la Asociación?

Desde el acceso al cargo.  Entré a trabajar como gerente y secretario general desde el primer día y casi seguro que seguiré así hasta el último. En aplicación del famoso Principio de Peter, si ASINEM ha conseguido sobrevivir durante 31 años con un incompetente al frente, ya nada puede ir mal.

3) ¿Qué le impulsó a ser Secretario General?

No hubo un factor que generase un impulso. Surgió la oferta y lo vi como una oportunidad. Mi formación y experiencia profesional hasta la fecha, provenía del sector turístico, y decidí que era el momento de cambiar. El mundo asociativo, en aquel momento, era nuevo para mí y desde entonces me encuentro en un constante descubrimiento y un proceso de aprendizaje y adaptación que no acabará nunca.

4) ¿Cómo es el día a día de su Asociación?

Es imposible resumirlos en el espacio que permite este soporte. Pero en definitiva y por lo que sé de otros compañeros, no varía mucho de lo que son el resto de Asociaciones que formamos FENIE: mucha información y consultas evacuadas; mucha formación impartida; muchas negociaciones con administraciones y distribuidoras; muchos actos, jornadas y conferencias; muchas ideas que, con distinta suerte, se ponen en marcha y mucha atención a lo que el mercado demanda para que las novedades no nos pillen con el paso cambiado o mirando hacia otro sitio.

5) ¿Qué evolución advierte usted en la Asociación desde que ingresó en ella hasta ahora?

En 31 años han cambiado muchas cosas.  No quiero referirme a la evolución de las técnicas de comunicación ni a las técnicas administrativas de las que todo el mundo es partícipe. Tampoco voy a referirme a la evolución en el número de socios, que entiendo que es similar a la del resto de Asociaciones. Y tampoco me voy a referir a la disponibilidad de medios e infraestructura que ha pasado de un modesto despacho en 1986, a una sede en propiedad de más de 500 m con centro de formación propio y al que el presidente Moyà se refiere en otro apartado de esta Newsletter.

A mí, particularmente, lo que me interesa es la evolución que he notado en la mentalidad del empresario, en general, y del instalador en particular, frente al fenómeno del asociacionismo. Creo que no hemos sabido gestionar adecuadamente el cambio generacional que se ha producido en el sector. No hemos sabido captar las nuevas inquietudes y exigencias de los nuevos instaladores y cuesta mucho, no tanto el que se incorporen como empresas asociadas aquellas de nueva creación (que también), sino más bien el que las empresas ya asociadas sientan a la asociación como algo propio y que sientan la importancia que tiene en sus vidas.

6) ¿Qué evolución advierte en el sector del asociacionismo en general?

En los 80 y los 90, el empresario, en general, y el asociado en particular, veía en las Asociaciones el lugar natural desde donde defender sus intereses, desde donde obtener la información que necesitaba, y desde donde obtener los servicios especializados que precisaba.  Acudía cuando se le reclamaba y participaba activamente en todas las iniciativas de la Asociación; aportaba ideas, planteaba inquietudes, ejercía la crítica y hacía suyos los proyectos de la Asociación. Al que no estaba asociado se le consideraba un profesional de segunda y por este motivo, las empresas asociadas participaban activamente en la captación de nuevos miembros entre sus colegas conocidos.

Ahora esta actitud ha disminuido de forma considerable. Ahora el asociado entiende su relación con la Asociación como algo contractual en la que, de forma pasiva, se pretende únicamente rentabilizar la cuota.  Las típicas preguntas antes de la toma de decisiones: ¿Qué me aporta a mi estar asociado?, ¿Qué obtengo a cambio? Haces cuatro números y solo decides asociarte si el resultado es superior a cero.

Ahora es mucho más difícil detectar el espíritu de la generación anterior, que venía de una época donde la participación activa de la sociedad, a través de organizaciones como las patronales, estaba sencillamente prohibida y no era infrecuente en aquel entonces encontrarte con empresarios que te preguntaban qué podían aportar ellos en beneficio del colectivo.

Creo que uno de los retos que tenemos las Asociaciones para los próximos años es precisamente ese: el de ser capaces de transmitir el espíritu asociativo entre las empresas, tanto asociadas como no asociadas, y de recuperar los niveles de participación y compromiso de hace unos años.

7) ¿Qué evolución advierte en FENIE?

Creo que ha evolucionado de una forma muy positiva. A la Federación le ocurre un poco lo contrario de lo que nos pasa a las Asociaciones y que he intentado explicar en la pregunta anterior. Quizá no sea muy objetivo, por el buen concepto personal y profesional que le tengo a su presidente, Jaime Fornés, pero tengo la sensación de que ahora FENIE está mucho más próxima a las Asociaciones y nosotros ahora la sentimos como algo más propio y como nuestro lugar natural desde donde proyectar nuestras inquietudes.

Creo que en la actualidad, FENIE tiene más capacidad de influencia, más capacidad de acercarse al poder y servirse de él para conseguir sus objetivos. La información que genera proviene de las propias Asociaciones, que aportamos nuestra opinión en todas aquellas iniciativas normativas que nos afectan y sus iniciativas han mejorado en interés y participación.

8) ¿Podría explicarnos brevemente su opinión sobre los siguientes temas?:

– MATELEC 2016: Stand de FENIE “El Mundo del Instalador”:

Nuestra Asociación participó activamente en “El Mundo del Instalador” y creo que el balance de todos fue muy positivo. Tanto el Concurso de Jóvenes Instaladores, como los distintos talleres que se impartieron durante esos días, creo que fueron un éxito total y nosotros nos sentimos especialmente orgullosos de haber participado tan activamente en ellos y haber sido protagonistas, en cierta manera, de ello.

Es lo que he dicho antes, se ha revertido la relación entre la Federación y las Asociaciones, y se ha conseguido lo que desde las Asociaciones debemos conseguir también en nuestra relación con nuestros asociados.

El reciente Congreso Nacional de Zaragoza creo que es otro ejemplo de la nueva orientación que FENIE pretende dar a sus relaciones con las Asociaciones y creo que ha sido todo un éxito. Nosotros, hacía mucho tiempo que no conseguíamos el nivel de participación de empresas asociadas en un congreso de la Federación. El nivel de satisfacción, tanto por sus contenidos como por la programación general que hemos detectado, nos indican que este es el camino a seguir a partir de ahora.

– Digitalización:

La digitalización no es opinable, es la realidad. Una realidad que de tan natural y cotidiana que es, ya casi no se percibe. Y si se percibe es precisamente por algunos casos aislados de rechazo que todavía se detectan y que te obliga a describirla para justificarla y poder rebatir ese rechazo.

La comunicación y sus aplicaciones, las soluciones digitales para instalaciones, las técnicas de programación de sistemas domóticos, las aplicaciones en nube, etc. son solo algunos de los elementos que forman parte de una realidad de la que no se puede permanecer al margen.