Según afirma CIRCUTOR, a través de este reportaje: “Las insostenibles pautas de movilidad implantadas en poco más de un siglo a nivel planetario, sólo podrán ser cambiadas cuando las diversas sociedades que conforman nuestra “aldea global” adquieran una clara conciencia de los múltiples problemas que conlleva proseguir con el modelo actual y en paralelo se perciba la existencia de alternativas viables.
La porción más visible de los problemas está centrada actualmente en las grandes urbes y se plasma en los millones de desplazamientos con vehículo privado y las secuelas que estos conllevan: contaminación, calidad del aire, salud pública, utilización del espacio, etc.
Aunque es a todas luces imposible pensar en una única receta como solución a tan diversas problemáticas, dado que se trata de proporcionar un amplio espectro de propuestas de tipo legal, técnico y cultural (oferta de transporte público de calidad, limitaciones en el uso de los vehículos de combustión, comercialización de vehículos alternativos a precios equivalentes, despliegue de una red de puntos de recarga…), no cabe duda que los nuevos vehículos eléctricos con baterías de Ion-Litio de elevadas prestaciones aparecen como una parte importante de la solución.
Fijando nuestra atención a corto plazo, en los próximos tres años con horizonte en el ya mítico 2020, los posibles usuarios-compradores de vehículos van a disponer de una oferta considerable de nuevos Vehículos Eléctricos compitiendo de lleno con los modelos de combustión. Para estas fechas ya estarán a disposición múltiples modelos que incorporaran baterías de elevada capacidad (60 kWh o más) cuya autonomía puede superar los 400 km, con prestaciones superiores a los vehículos actuales y precios más competitivos.
Conjugar baterías de alta capacidad con las potencias optimizadas usualmente para nuestras viviendas, implica que no dispondríamos de suficientes horas para recargarlas totalmente, no siendo aconsejable aumentar nuestra potencia contratada dada la estructura de costes vigente en nuestro país: termino de potencia y costes fijos muy elevados en relación al termino variable de consumo de energía.
Nuestros equipos propios para la recarga vinculada (cajas eHome, eBasic y Smart,…) deben proporcionar la suficiente energía para los desplazamientos en nuestra vida cotidiana. Si además los dotamos de sistemas de control inteligente para evitar situaciones de superación de la demanda contratada, como es el caso del CirBeon, podemos asegurar que tendremos cubiertas más del 90 % de nuestras necesidades, dejando el diez por ciento restante para situaciones especiales donde precisaremos de una recarga ultra-rápida.
Desde CIRCUTOR pensamos que durante el año en curso va a producirse el despliegue de puntos vinculados en aparcamientos de multipropiedad con las diversas tipologías posibles de instalación y gestión, que en algunos casos podrán adoptar Sistemas Dinámicos de Control de Potencia (DLM), para superar las limitaciones de la red de distribución o las barreras de nuestra peculiar estructura tarifaria.
Aunque con el debido retraso, dado que en la oferta de VE está aumentado continuamente, nuestro país comienza a percibir la necesidad de una red de recarga pública en sus diversas modalidades (recarga de oportunidad, red de cargadores rápidos,…) previéndose un despegue importante en los dos próximos años. Para hacer frente a los nuevos retos CIRCUTOR ha desarrollado nuevas gamas de postes con mejor relación precio/prestaciones (serie Urban), así como una nueva gama de equipos de recarga rápida en c.c. con potencias crecientes comenzando a partir de 22 kW, pasando a los de 50 kW y con potencias superiores a los 100 kW en los próximos años, donde podrán cargar simultáneamente varios VE en paralelo.
Respecto al suministro creciente de energía eléctrica tan sólo debemos indicar que, dada la actual infraestructura de generación no se prevé ningún tipo de limitación más bien todo lo contrario, pues la potencial acumulación en horas valle posibilitará amortiguar los picos y valles de la curva diaria de generación-consumo y optimizar toda la generación eólica desperdiciada. Todo ello sin contar el potencial de autoconsumo que ha de permitir generar “in situ” una parte importante de dicha energía, reduciendo las importaciones de Brent y nuestra desfavorable balanza de pagos por este concepto.
Finalmente señalar que, en un futuro próximo, con las nuevas capacidades de baterías, deberemos comentar los nuevos desarrollos y potenciales de las estrategias V2H y V2G, que servirán tanto para la regulación de la red de distribución, como para aumentar nuestra eficiencia energética individual y colectiva.
Llegados a este punto tan sólo es preciso volver a recordar que existen Directivas Europeas, con previsiones más o menos acertadas, que marcan una escalada en la evolución de puntos de recarga de acceso público y todo ello a pesar de las múltiples vacilaciones y erráticas líneas de ayuda en nuestro país para la adquisición de VE y sus infraestructuras de recarga; si bien es justo decir que dichos déficits ministeriales están siendo compensados por algunas administraciones autonómicas, mucho más ágiles e inteligentes.
División de VE”.